Conscientes de la importancia de los manglares, las comunidades costeras los están recuperando

21 de marzo de 2021

Miembros de la comunidad plantan un área abierta en un humedal costero, Cayo Quemado, Izabal, Guatemala. Fotografía: © Ángela López

21 de marzo de 2021, Día Internacional de los Bosques: Los manglares sirven de criaderos de especies acuáticas, barreras contra las marejadas oceánicas y protectores contra la erosión; son esenciales para que las comunidades puedan adaptarse al cambio climático y a la subida de los mares. Los proyectos de la OIMT en lugares tan distantes como Camerún, Fiji y Guatemala están trabajando con las comunidades para restaurar sus valiosos recursos de manglares.

Las comunidades costeras conocen bien la importancia de los manglares, y los proyectos de la OIMT les han proporcionado recursos para iniciar el proceso de restauración.

"El proyecto de la OIMT ha propiciado cambios positivos en nuestro ecosistema de manglares, inspirando a la comunidad a prohibir que los pobladores y contratistas corten los manglares, lo que ha dado lugar al regreso y la reposición de las especies marinas, que han ido disminuyendo en nuestro ecosistema marino", afirma Tagilala Vereti, líder de un grupo de mujeres locales en la aldea de Nasilai en Fiji.

El objetivo de este proyecto de la OIMT, en el delta de Rewa (Fiji), que está siendo ejecutado por el Ministerio de Bosques de Fiji desde octubre de 2015, es ayudar a revertir la degradación de los recursos de manglares mediante el establecimiento de sitios para demostrar la rehabilitación y gestión sostenible de los humedales costeros y manglares. Éste es uno de los 16 proyectos ejecutados en el marco de la Iniciativa de Colaboración de la OIMT y el Convenio sobre la Diversidad Biológica para la Biodiversidad de los Bosques Tropicales.

Las familias de las seis aldeas que participan en el proyecto tienen pocas opciones de sustento, con escasas tierras disponibles para la agricultura de subsistencia, y dependen en gran medida de los manglares. El proyecto llevó a cabo actividades de formación y sensibilización de la comunidad en las aldeas sobre la rehabilitación de zonas degradadas, la restauración de manglares y humedales, la recolección de semillas y la plantación de plántulas, y la valoración ecológica de los manglares y humedales. El proyecto también ha ayudado a las comunidades a capacitarse en el desarrollo de medios de vida alternativos; ahora están capacitadas para llevar a cabo una gestión sostenible al tiempo que utilizan sus propios conocimientos y capacidades tradicionales.

La mayoría de las mujeres del delta del Rewa dependen de los manglares como fuente de ingresos y alimento para sus familias: pescan, capturan cangrejos y recogen mariscos en los manglares. En respuesta a la degradación de los hábitats de los manglares y a los consiguientes efectos negativos en sus medios de vida, las mujeres decidieron plantar colectivamente manglares a lo largo de las costas de sus aldeas. El proyecto de la OIMT ha facilitado la inclusión de las mujeres en los procesos de toma de decisiones de la comunidad, permitiéndoles liderar y defender las cuestiones ambientales que afectan sus vidas. El grupo de mujeres de Nasilai plantó 5.000 plántulas de mangle a lo largo de la costa como parte de su trabajo de restauración y rehabilitación de manglares; también plantaron árboles costeros autóctonos en las zonas situadas detrás de los manglares para evitar aún más la erosión de la costa y proporcionar un recurso futuro.

En Guatemala, el Instituto Nacional de Bosques (INAB), con la ayuda de un proyecto de la OIMT, promueve la conformación de plataformas locales de gobernanza, denominadas mesas locales de mangle (MLM) en las comunidades costeras, cuyo objetivo principal es promover y llevar a cabo acciones para el manejo sostenible de los manglares. No obstante, por la diversidad de actores participantes y las diferentes situaciones, las MLM también fomentan la conservación de otros ecosistemas, como los bosques de ribera o galería, el bosque seco y el bosque tropical húmedo. En el marco del proyecto, se establecieron nueve MLM, ocho en la costa del Pacífico y una en la costa Atlántica.

Además de la conformación de las MLM, en el marco del proyecto se formularon cuatro planes de manejo forestal comunitario, los cuales en conjunto abarcan más de 500 hectáreas de manglares. Las acciones del proyecto incluyeron también lo siguiente:

·      capacitación y sensibilización de más de 1000 personas sobre el manejo, conservación y restauración de manglares;

·      elaboración de una estrategia institucional para la conservación y manejo del ecosistema de manglar; y

·      formulación y seguimiento a la aprobación del Reglamento para el Manejo Sostenible del Recurso Forestal del Ecosistema de Manglar (el gobierno finalmente emitió el reglamento en enero de 2019).

Todas estas acciones, en conjunto, se consideran grandes avances (en el plano social, técnico y jurídico) para impulsar el manejo forestal sostenible de los manglares en Guatemala.

Según Gustavo Cetino, miembro de la MLM del municipio guatemalteco de Iztapa, “la restauración del manglar es importante porque es fuente de vida para la comunidad, ofrece protección contra las mareas altas y los vientos huracanados, y es refugio para la crianza de peces, aves e iguanas”.

En Camerún, los manglares desempeñan un papel vital para las comunidades locales y especialmente para las mujeres rurales. Las mujeres sufren más por la degradación de los manglares que otros grupos porque los manglares son sus medios de vida y sus hogares, así como sus fuentes de alimentos, ingresos y medicinas. Los manglares constituyen espacios para las actividades agrícolas y pesqueras de las mujeres, ya que recogen leña para fines energéticos y la construcción de viviendas y productos forestales no maderables para consumo doméstico y su venta en los mercados.

En las comunidades de Londji en Río Ntem y Manoka y Ndokohi en el estuario de Camerún, las mujeres se encuentran en una situación cada vez más difícil debido al deterioro de los manglares. En los niños y ancianos han aumentado las enfermedades transmitidas por el agua debido principalmente a sus altos niveles de salinidad. Las inundaciones se han vuelto más frecuentes, prolongadas y severas, mientras que las lluvias se han tornado más intensas; junto con el aumento del nivel del mar, las mujeres temen la llegada de un tsunami en los próximos años si no se toman medidas firmes. La producción de pescado ha disminuido drásticamente y los peces de gran valor, como el grand capitaine, bar, bossu, rasoir y dorade grise, están desapareciendo.

Para salvaguardar sus vidas y sus familias, y para proteger el medio ambiente, las mujeres de las tres comunidades han decidido intervenir directa y activamente en la restauración y rehabilitación de los manglares. Más de 25 grupos y asociaciones de mujeres participaron en actividades de restauración de manglares en el estuario de Camerún y el Río Ntem con el apoyo del proyecto de la OIMT y otros medios. En este marco, se han establecido viveros comunitarios, plantado miles de plántulas de mangle, y restaurado más de 400 hectáreas de manglares degradados. Para reducir la presión sobre los bosques de manglar, las mujeres también han desarrollado actividades alternativas generadoras de ingresos, como la producción de hortalizas y la apicultura; promovieron el uso de mejores estufas para reducir el uso de madera de mangle; e incorporaron prácticas agroforestales en los cultivos alimentarios.

La OIMT tiene una larga trayectoria en la conservación y utilización sostenible de manglares. Como parte de sus esfuerzos para aumentar la sensibilización sobre estos ecosistemas vitales, coorganizó una conferencia internacional sobre manglares en 2017 y publicó un exhaustivo Atlas Mundial de los Manglares que detalla la extensión de los recursos mundiales de estos ecosistemas. La OIMT sigue apoyando a las comunidades de todo el trópico en sus esfuerzos por restaurar y proteger sus ecosistemas costeros.

Como parte de su labor normativa, la OIMT, en colaboración con las organizaciones miembros de la Asociación de Colaboración en materia de Bosques, así como la Organización de Cooperación Forestal de Asia y otras entidades que trabajan en paisajes forestales tropicales, publicó en octubre de 2020 las Directrices para la restauración de paisajes forestales en los trópicos. El objetivo de las directrices es ayudar a los dirigentes, forestales, agricultores y otros en sus esfuerzos por restaurar los paisajes degradados, produciendo así bienes y servicios ecosistémicos vitales y creando medios de vida y empleos rurales sostenibles. Las directrices ofrecen un marco para la labor de restauración de la OIMT en los bosques tropicales, incluidos los manglares.

En el Día Internacional de los Bosques de 2021 y al entrar en el Decenio de la Restauración de los Ecosistemas, tenemos la oportunidad de incrementar los esfuerzos para restaurar el planeta. Según la experiencia de la OIMT, la participación y el empoderamiento de las comunidades para el uso sostenible de los manglares y otros bosques tropicales es un paso clave hacia un cambio positivo.

Las historias y el texto de este artículo se han tomado de dos artículos de próxima aparición en Actualidad Forestal Tropical, “Restauración del delta del Rewa”, de Aporosa Ramulo, Sanjana Lal y Hwan-Ok Ma, y “Nuevo enfoque de restauración costera en Guatemala”, de Silvia Anaité López-Alquijay y César Joaquín Zacarías-Coxic, así como del artículo “Las mujeres de los manglares de Camerún”, de Cécile Ndjebet, publicado en Actualidad Forestal Tropical 26/3.