Las exigencias del desarrollo afectarán los bosques de Guyana según la Ministra de Asuntos Amerindios

7 de noviembre de 2005, Yokohama, Japón

Fotografía: Fotonatura

La expansión de la industria forestal en Guyana es inevitable dado el deseo de alcanzar el desarrollo del pueblo amerindio, según la Ministra de Asuntos Amerindios de Guyana.

"En mis interacciones con las comunidades [amerindias de Guyana] encontré que, al igual que todo el mundo, desean avanzar de una situación de básica supervivencia a una vida mejor", afirmó la Honorable Carolyn Rodrigues, uno de los ministros presentes en la sesión de apertura del trigésimo noveno período de sesiones del Consejo Internacional de las Maderas Tropicales.

"Estas comunidades quieren mejores viviendas, una mejor educación, mejor atención médica, mejor transporte, electricidad y teléfonos."

Guyana tiene una población de menos de un millón de habitantes y casi el 75% de su territorio está cubierto de bosques. La mayor parte de los 70.000 indígenas del país, llamados "amerindios", viven en el bosque o en sus cercanías.

"El deseo de desarrollo económico aumentará la presión ejercida sobre los bosques en el futuro", advirtió la Sra. Rodrigues. Con la disminución de los ingresos derivados de la exportación de azúcar y el aumento de los precios del petróleo, que hace que el costo del transporte aéreo de productos básicos a las comunidades remotas sea prohibitivo, el gobierno está buscando formas de mejorar o establecer redes viales que faciliten este desarrollo. Con ello se aumentará la accesibilidad de los bosques a las operaciones comerciales y posiblemente se produzca una sobreexplotación y el desmonte de bosques.

"Ésta es una de las difíciles decisiones que debe tomar el gobierno: si dejar el bosque intacto y permitir que la gente se muera de hambre", afirmó.

"Algunas comunidades con fácil acceso ya han llevado a cabo una sobreexplotación de sus bosques", informó.

"Algunas comunidades han devastado sus bosques y sinceramente creo que no es porque han perdido su responsabilidad con la naturaleza sino porque enfrentan condiciones que las obligan a aplicar prácticas insostenibles. ¿Cómo se le dice a un hombre que debe salvar un árbol cuando tiene varios pares de ojos que lo están mirando porque necesitan comer? Por lo tanto, necesitamos encontrar enfoques creativos para que las comunidades sientan que son parte del proceso de desarrollo."

La Sra. Rodrigues señaló que el Bosque de Iwokrama, de 370.000 hectáreas, que se estableció en 1989 y recibió el apoyo de un importante proyecto de la OIMT, ofrece un modelo para que las comunidades amerindias puedan beneficiarse de la utilización del bosque y a la vez mantener su liderazgo en la conservación forestal, ya que más del 70% del personal es local.

Alrededor de la mitad del Bosque de Iwokrama está clasificada como "área silvestre" donde se prohíbe la explotación de madera, mientras que la otra mitad está designada para la explotación comercial y el manejo forestal. La Sra. Rodrigues dijo que la iniciativa había constituido un esfuerzo pionero en materia de procesos participativos.

"Es un buen ejemplo de cómo se pueden establecer alianzas de cooperación y lograr la participación local en un proyecto. Las quince comunidades amerindias que rodean la reserva y la única comunidad residente dentro de la reserva han comprometido su total apoyo al Bosque de Iwokrama."

La Sra. Rodrigues apeló a los delegados para que continúen brindando su apoyo a la iniciativa de Iwokrama.

En el número 13/2 de Actualidad Forestal Tropical aparece más información sobre el Bosque de Iwokrama (http://www.itto.or.jp/direct/topics/topics_pdf_download/topics_id=10110000&no=3). Para más información sobre el período de sesiones del Consejo, dirigirse a: www.itto.or.jp.